¿Cómo se gestionan los datos personales de personas fallecidas según la ley española?
La protección de datos personales es un tema de gran importancia en la sociedad actual, ya que garantiza la privacidad y seguridad de la información personal de las personas. Sin embargo, este tema también es relevante en el caso de personas fallecidas, ya que sus datos personales siguen siendo sensibles y deben ser tratados con el mismo cuidado y respeto. La gestión de los datos personales de personas fallecidas es un tema complejo que requiere de leyes y regulaciones específicas para garantizar su correcto tratamiento. En este artículo, exploraremos las leyes y regulaciones que rigen la gestión de datos personales de personas fallecidas en España, así como los derechos de los familiares y herederos en relación a estos datos, los procedimientos para su tratamiento, las responsabilidades de las entidades que gestionan estos datos, casos especiales como la gestión de datos en redes sociales y plataformas digitales, y finalmente, recomendaciones y buenas prácticas para su gestión.
Leyes y regulaciones que rigen la gestión de datos personales de personas fallecidas en España
En España, la gestión de los datos personales de personas fallecidas está regulada por la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales. Esta ley establece que los datos personales de las personas fallecidas deben ser tratados con el mismo respeto y cuidado que los datos de las personas vivas. Además, la ley establece que los familiares directos o herederos del fallecido tienen derecho a acceder, rectificar, cancelar u oponerse al tratamiento de los datos personales del fallecido. Asimismo, la ley establece que las entidades que gestionan los datos personales de personas fallecidas deben adoptar medidas de seguridad adecuadas para garantizar su protección. En este sentido, es importante destacar que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) es el organismo encargado de velar por el cumplimiento de estas leyes y regulaciones.
Derechos de los familiares y herederos en relación a los datos personales del fallecido
Los familiares directos o herederos de una persona fallecida tienen derechos específicos en relación a los datos personales del fallecido. En primer lugar, tienen derecho a acceder a los datos personales del fallecido, es decir, a obtener información sobre qué datos se están tratando y con qué finalidad. Además, tienen derecho a rectificar aquellos datos que sean inexactos o incompletos, así como a cancelar aquellos datos que ya no sean necesarios para la finalidad para la que fueron recabados. Por último, tienen derecho a oponerse al tratamiento de los datos personales del fallecido en determinadas circunstancias. Estos derechos están recogidos en la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, y su ejercicio debe realizarse a través de la AEPD. Es importante destacar que estos derechos también pueden ser ejercidos por representantes legales o tutores de menores o incapacitados.
Procedimientos para el tratamiento de datos personales de personas fallecidas
El tratamiento de los datos personales de personas fallecidas debe realizarse siguiendo unos procedimientos específicos para garantizar su correcto tratamiento. En primer lugar, es necesario identificar quiénes son los familiares directos o herederos del fallecido, ya que son ellos quienes tienen derecho a ejercer los derechos sobre los datos personales del fallecido. Una vez identificados, se debe proceder a recabar su consentimiento para el tratamiento de los datos personales del fallecido, salvo que exista una causa legal que lo justifique. En caso de que no sea posible obtener el consentimiento de los familiares directos o herederos, se deben adoptar medidas adicionales para garantizar la protección de los datos personales del fallecido. Estos procedimientos deben ser llevados a cabo por las entidades que gestionan los datos personales del fallecido, siguiendo las directrices establecidas por la AEPD.
Responsabilidades de las entidades que gestionan los datos personales de personas fallecidas
Las entidades que gestionan los datos personales de personas fallecidas tienen una serie de responsabilidades específicas para garantizar su correcto tratamiento. En primer lugar, deben adoptar medidas técnicas y organizativas adecuadas para garantizar la seguridad y confidencialidad de los datos personales del fallecido. Esto incluye la implementación de sistemas de seguridad que eviten el acceso no autorizado a estos datos, así como la formación del personal encargado de su tratamiento. Además, estas entidades deben facilitar el ejercicio de los derechos de los familiares directos o herederos en relación a los datos personales del fallecido, así como colaborar con la AEPD en caso de que se produzcan reclamaciones o denuncias relacionadas con el tratamiento de estos datos. En caso de incumplimiento de estas responsabilidades, las entidades pueden ser sancionadas por la AEPD con multas económicas.
Casos especiales: gestión de datos personales de personas fallecidas en redes sociales y plataformas digitales
La gestión de los datos personales de personas fallecidas en redes sociales y plataformas digitales es un caso especial que requiere una atención específica. En este sentido, muchas redes sociales y plataformas digitales han establecido procedimientos específicos para gestionar las cuentas de usuarios fallecidos, permitiendo a sus familiares directos o herederos solicitar su cierre o su transformación en un memorial. Además, algunas redes sociales también permiten designar un contacto legado que se encargue de gestionar la cuenta del usuario fallecido una vez confirmado su fallecimiento. Estos casos especiales deben ser tratados con sensibilidad y respeto, siguiendo las directrices establecidas por las propias redes sociales y plataformas digitales, así como por la AEPD.
Recomendaciones y buenas prácticas para la gestión de datos personales de personas fallecidas
Para garantizar una correcta gestión de los datos personales de personas fallecidas, es importante seguir una serie de recomendaciones y buenas prácticas. En primer lugar, es fundamental informar a los familiares directos o herederos sobre la existencia y tratamiento de los datos personales del fallecido, así como sobre sus derechos en relación a estos datos. Además, es recomendable establecer un protocolo interno para el tratamiento de estos datos, que incluya procedimientos específicos para identificar a los familiares directos o herederos, recabar su consentimiento y facilitar el ejercicio de sus derechos. Asimismo, es importante mantener actualizados los registros de las personas fallecidas para evitar tratamientos indebidos de sus datos personales. Por último, es fundamental colaborar con la AEPD en caso de que se produzcan reclamaciones o denuncias relacionadas con el tratamiento de estos datos, así como seguir las directrices establecidas por este organismo para garantizar su correcto tratamiento.
En conclusión, la gestión de los datos personales de personas fallecidas es un tema complejo que requiere de leyes y regulaciones específicas para garantizar su correcto tratamiento. En España, la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, establece los derechos de los familiares directos o herederos en relación a estos datos, así como las responsabilidades de las entidades que gestionan estos datos. Además, existen casos especiales como la gestión de datos en redes sociales y plataformas digitales que requieren una atención específica. Para garantizar una correcta gestión de estos datos, es fundamental seguir recomendaciones y buenas prácticas que aseguren su protección y respeto. En este sentido, la colaboración con la AEPD es fundamental para garantizar el cumplimiento de las leyes y regulaciones en materia de protección de datos personales de personas fallecidas.
Me llamo Ángel Seisdedos, soy abogado especialista en herencias y sucesiones, habilitado como contador partidor de herencias, además de ser la persona que dirige este despacho.
Estudié Derecho en la Universidad Isabel I de Castilla, también hice el Máster en Acceso a la Abogacía en la misma facultad.
Tras varios años dirigiendo una asesoría fiscal he ayudado a muchas familias en sus procesos hereditarios.