El Derecho de Representación en la Herencia: Todo lo que Necesitas Saber

El Derecho de Representación en la Herencia: Todo lo que Necesitas Saber

¿Qué es el Derecho de Representación en la Herencia?

Cuando hablamos de herencia, uno de los conceptos que puede surgir a menudo es el derecho de representación, una figura jurídica que juega un papel crucial en el ámbito del derecho sucesorio. Me gustaría profundizar en este tema, ya que puede tener importantes implicaciones en cómo se distribuyen los bienes de una persona fallecida.

Definición básica y legal

El derecho de representación se refiere a la capacidad que tienen ciertos parientes para heredar en lugar de otra persona que ya no puede hacerlo. Este derecho queda reconocido bajo el artículo 924 del Código Civil español, que establece que:

“Llámase derecho de representación el que tienen los parientes de una persona para sucederle en todos los derechos que tendría si viviera o hubiera podido heredar.”

Es interesante observar cómo este concepto permite que la herencia no se pierda, sino que se transmita a los descendientes o a los parientes cercanos, manteniendo así el patrimonio dentro de la familia. Por tanto, el derecho de representación garantiza que los lazos familiares se mantengan intactos incluso en ausencia de la persona que ha fallecido.

Referencia al Código Civil

El derecho de representación se encuentra regulado entre los artículos 924 y 929 del Código Civil. Esto es relevante, ya que cada uno de estos artículos establece las bases y las normas que rigen el proceso de herencia. A diferencia de lo que algunos podrían pensar, no es necesario que exista un testamento para que este derecho se aplique; de hecho, se puede dar tanto en herencias testadas (con testamento) como intestadas (sin testamento).

Implicaciones del artículo 924

Una de las implicaciones más interesantes del artículo 924 es que permite a los descendientes (hijos, nietos) y también a los hermanos, por ejemplo, heredar en lugar de un pariente fallecido. Esto significa que, aunque una persona haya sido designada para heredar, si fallece antes del testador, esos derechos pueden ser heredados por sus descendientes.

Ejemplos de aplicación en la vida cotidiana

Para ilustrar cómo funciona el derecho de representación, consideremos un par de ejemplos prácticos:

  1. Ejemplo 1: Imagina que un padre tiene dos hijos y decide que, al fallecer, ambos heredarán su patrimonio en partes iguales. Si uno de los hijos muere antes que el padre, sus tres hijos (los nietos del testador) heredarán, dividiendo su parte equitativamente entre ellos.
  2. Ejemplo 2: Supongamos que otra persona nombra a su único hermano como heredero. Si ese hermano fallece, pero deja cuatro hijos, esos cuatro sobrinos recibirán la herencia a partes iguales, reemplazando así al hermano fallecido.

Estos ejemplos muestran cómo el derecho de representación no solo es una cuestión legal, sino que también tiene un profundo impacto emocional en las familias, ya que permite que una parte de la herencia siga viva a través de los descendientes, los fuertes lazos familiares y la conexión con la historia y los bienes familiares.

Renuncia a la herencia y herencia por representación

Una pregunta que a menudo surge es: ¿Qué ocurre si un heredero renuncia a su parte de la herencia? En este caso, aunque uno de los herederos decida renunciar, esto no afectará los derechos de los familiares cercanos de heredar por representación. Así, el derecho de representación se sigue aplicando, permitiendo que las herencias se conserven incluso en situaciones de renuncia.

¿Qué pasa si el heredero directo está vivo?

Es importante mencionar que el derecho de representación también puede entrar en juego si el heredero directo está vivo pero ha sido desheredado o incapacitado. Esto incluye situaciones como un fallecido que tenía conflictos legales con su descendencia, como condenas penales que pudieron llevar a la desheredación. En esos casos, los hijos de la persona desheredada todavía pueden heredar en su lugar.

«La herencia no solo transmite bienes, sino también responsabilidades.» – Abogado de sucesiones

Esta cita resalta una realidad fundamental del derecho de representación. No solo se trata de una cuestión legal, sino también de una herencia emocional y de responsabilidad. La herencia no es solamente una cuestión de bienes materiales, sino que conlleva las expectativas, los sueños y los principios de quienes nos precedieron.

Variaciones regionales en la herencia

Es relevante mencionar que la normativa del derecho de representación puede variar dependiendo de la legislación regional. En algunas comunidades autónomas, por ejemplo, existen particularidades en cómo se distribuyen los bienes, especialmente si existen influencias de normas propias o derechos forales que afectan el proceso. Conocer estas diferencias puede ser fundamental si uno se encuentra en posiciones de herencia, ya que puede haber variaciones reales en los derechos y las obligaciones.

En resumen, el derecho de representación es una herramienta legal que permite a los parientes mantener sus derechos de herencia, asegurando que el patrimonio y los lazos familiares continúen vivos a través de las generaciones, incluso en situaciones complejas y emocionales.

Tipos de Herencia en las que Aplica el Derecho de Representación

El derecho de representación es un concepto fundamental dentro del ámbito del Derecho sucesorio. Como alguien que ha indagado en este tema, puedo decir que comprender este derecho y cómo se aplica tanto en herencias testadas como intestadas es crucial para cualquier persona que tenga interés en la materia. Para empezar, es importante entender las diferencias entre estos tipos de herencia.

Herencias Testadas

Una herencia testada ocurre cuando el fallecido deja un testamento que indica cómo se debe distribuir su patrimonio. En este documento se especifican claramente los deseos del testador, y en muchos casos, también se establecen herederos de forma directa. Sin embargo, que exista un testamento no significa que no se puedan presentar situaciones donde aplique el derecho de representación.

Imaginemos un escenario donde un padre decide nombrar a sus dos hijos como herederos, distribuyendo su patrimonio equitativamente entre ellos. Si uno de los hijos fallece antes que el padre, el derecho de representación permite que los nietos del padre, es decir, los hijos del hijo fallecido, hereden la parte que originalmente le hubiera correspondido a su padre. Esto es una manifestación clara de cómo la representación funciona en una herencia testada. Aquí, los hijos del fallecido actúan como representantes, heredan a partes iguales y aseguran así la continuidad del vínculo familiar en la sucesión.

Herencias Intestadas

Por otro lado, las herencias intestadas son aquellas en las cuales no existe un testamento que defina a los herederos o cómo se repartirán los bienes. En estas situaciones, la ley parece jugar un papel aún más interesante. Aquí también se aplica el derecho de representación, ya que las normas legales determinarán cómo se distribuyen los bienes y quiénes son los herederos.

Imaginemos que un individuo fallece sin dejar testamento. En este caso, el Código Civil establece una línea de herederos que puede incluir a descendientes y otros parientes cercanos. Si uno de los hijos del difunto ha fallecido también, entonces sus propios hijos, los nietos del primero, tienen derecho a heredar por representación. Esto significa que, a pesar de la falta de un testamento, la familia puede seguir conservando y distribuyendo sus bienes de manera que refleje los vínculos familiares.

Casos Específicos de Aplicación

Aunque las estructuras básicas de herencia testada e intestada se entienden fácilmente, hay casos más específicos que hacen que el derecho de representación cobre un protagonismo significativo. Es interesante observar cómo este derecho facilita la inclusión de herederos que, de otro modo, podrían quedar excluidos.

Por ejemplo, podríamos tener el caso de un testador que deja a sus dos hermanos como herederos. Si uno de ellos muere antes del testador y deja hijos, esos hijos heredarán la parte que le habría correspondido a su padre. Así, la representación garantiza que los lazos familiares no se rompan, sino que se adapten a las nuevas circunstancias. En este sentido, la ley busca mantener la cohesión familiar y prevenir conflictos.

Un aspecto que frecuentemente se pasa por alto es qué sucede si un heredero directo decide renunciar a su herencia. A pesar de esta renuncia, otros familiares pueden aún tener el derecho a heredar por representación. La ley establece que la renuncia no anula el derecho inherente de otros herederos potenciales. Esto resulta muy relevante en muchos contextos familiares donde la dinámica puede ser compleja.

¿Quiénes Pueden Heredar por Representación?

Es natural preguntarse quiénes están habilitados para heredar por representación. En términos generales, se pueden incluir a:

  • Descendientes: Esto incluye a hijos, nietos y, en ciertas circunstancias, incluso a bisnietos.
  • Hermanos: Tanto los de doble vínculo como aquellos que sólo tienen relación a través de uno de los progenitores pueden heredar por representación.

En términos prácticos, si un padre deja una herencia a sus hijos y uno de ellos ha fallecido, el hijo fallecido puede ser representado por sus propios descendientes, asegurando así que la parte correspondiente a ese fallecido no se pierda, sino que se transfiera a la siguiente generación.

Condiciones y Reglas del Derecho de Representación

Las reglas que rigen el derecho de representación están claramente delineadas en el Código Civil, específicamente en los artículos 927 y 928. La herencia se divide por estirpes, y es importante que los representantes no hereden más de lo que hubiera correspondido a su representado. Un ejemplo claro sería el siguiente:

Supongamos que una madre nombra en su testamento a sus dos hijos como herederos en partes iguales. Si uno de ellos muere antes que la madre y deja tres hijos, estos nietos heredarán a partes iguales la parte de su padre. Esto asegura una distribución justa y equitativa que refleja tanto el deseo del testador como la realidad de la familia.

La Importancia de Entender el Derecho de Representación

En mi experiencia, comprender el derecho de representación es esencial no solo para especialistas en derecho, sino también para cualquier persona que desee hacer una planificación patrimonial efectiva. Las implicaciones de este derecho pueden ser profundas y afectar significativamente a las relaciones familiares y a la distribución de los bienes.

Las estadísticas resuenan en este contexto. En España, se ha observado que un número considerable de herencias son intestadas, lo que agrava la necesidad de que los individuos comprendan sus derechos y deberes en materia de sucesiones. A menudo, las disputas familiares surgen de la falta de claridad y comunicación, y el derecho de representación puede ser una herramienta importante para prevenir estos conflictos.

«La claridad en los testamentos puede prevenir conflictos familiares» – Experto en herencias

Comprender en qué tipo de herencia se da la representación refuerza la noción de que, tanto en herencias testadas como intestadas, la ley busca preservar la equidad entre los herederos. Así, no solamente se cumple con los deseos del fallecido, sino que también se garantiza que los lazos familiares permanezcan intactos, a pesar de las circunstancias que lleven a la aplicación de estos derechos.

Requisitos y Procedimientos en el Derecho de Representación

El derecho de representación se erige como un concepto central dentro del ámbito del Derecho sucesorio, y es de crucial importancia entender sus requisitos y procedimientos para que el proceso de herencia se gestione de manera óptima. A menudo me encuentro con preguntas sobre cómo funcionan realmente estas disposiciones legales, así que aquí desglosaré algunos de los aspectos más relevantes del Código Civil y cómo se aplican en la práctica.

Reglas Básicas en el Código Civil

El derecho de representación está reflejado en varios artículos del Código Civil, pero es esencialmente el artículo 924 el que establece su fundamento. Este artículo define el derecho de representación como aquel que tienen los parientes de una persona para sucederle en todos los derechos que habría tenido si estuviera vivo o hubiera podido heredar directamente. Las referencias a este derecho se encuentran entre los artículos 924 y 929 del Código Civil, donde se articulan estrictamente las reglas y procedimientos pertinentes.

¿Qué significa esto en términos prácticos? Si una persona fallece y tiene hijos, y uno de ellos muere antes que el testador, los nietos de ese hijo (los hijos del fallecido) tienen el derecho a heredar lo que le hubiera correspondido a su padre, por medio del derecho de representación. Es un mecanismo que asegura que la herencia fluya a la siguiente generación y no se pierda en el camino.

¿Quiénes pueden heredar por representación?

Uno de los primeros puntos que aclaro en cualquier conversación sobre el derecho de representación es quiénes son elegibles para beneficiarse de este derecho. Según la ley, los siguientes grupos pueden heredar por representación:

  • Descendientes: Esto incluye hijos, nietos y así sucesivamente.
  • Hermanos: Ya sean de doble vínculo o de uno solo de los progenitores.

En este contexto, los miembros de la familia no solo tienen un derecho de representación debido a su conexión directa, sino que también se garantiza que el patrimonio se distribuya de manera justa a través de las ramas familiares.

Limitaciones del Derecho

Sin embargo, el derecho de representación no es absoluto y viene con ciertas limitaciones que deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, una persona puede renunciar a su herencia, pero esto no anula el derecho de sus descendientes a heredar por representación. Como bien se establece, este derecho sigue activo, lo cual es una salvaguarda interesante para las familias. Es importante observar que esta dinámica alarma a muchos, ya que podría dar lugar a complicaciones legales si no se lleva un registro claro de las relaciones familiares y sus derechos correspondientes.

Una de las preguntas recurrentes es: ¿qué sucede si el heredero directo está vivo pero incapacitado o desheredado? Aquí es donde la ley se vuelve bastante específica. Para heredar este derecho de representación solo puede ser ejercido en circunstancias donde el heredero directo está incapacitado o ha sido desheredado. Por ejemplo, si un padre deshereda a un hijo debido a razones graves, como una condena penal, los hijos de ese hijo (los nietos del difunto) pueden heredar lo que le habría correspondido a su padre. Es por esto que el asesoramiento legal en estas situaciones particulares es crucial.

Ejemplos Prácticos de Cálculo de la Herencia

Para clarificar cómo funcionan estos principios en la práctica, veamos algunos ejemplos:

  1. Imaginemos que un padre nombra a sus dos hijos como herederos en partes iguales en su testamento. Si uno de sus hijos fallece antes que él, dejando tres hijos, cuando el padre muera, esos 3 nietos heredarán a partes iguales lo que hubiese correspondido a su padre.
  2. En un segundo escenario, si una madre dejó como herederos a sus dos hermanos, pero uno de ellos fallece antes que ella, dejando a dos hijos, esos sobrinos heredarán la mitad de la herencia, y la otra mitad irá al hermano que aún vive.

Estos ejemplos ilustran cómo la herencia se distribuye a través de diferentes estirpes familiares y lo vital que es entender estos conceptos para evitar conflictos derivados de la falta de planificación.

Conclusión

Así que, en resumen, el derecho de representación en la herencia sirve como un mecanismo esencial para preservar el legado familiar y garantizar que los bienes se distribuyan de manera justa. Desde comprender las reglas básicas establecidas en el Código Civil hasta reconocer quién puede heredar y las limitaciones existentes, es importante estar informado. A menudo pienso que la mejor decisión que uno puede tomar en este contexto es consultar a un abogado especializado. Ellos pueden proporcionar claridad en situaciones complicadas y ayudar a planificar con un enfoque que respete tanto las necesidades familiares como las leyes pertinentes.

«Conocer tus derechos puede hacer la diferencia en la herencia.» – Abogado especializado

Ser consciente de estos aspectos no solo es recomendable sino esencial para evitar futuros problemas. A través de una planificación adecuada y un correcto entendimiento del derecho de representación, uno puede proteger su legado y asegurar una transición fluida de bienes y derechos a la próxima generación.

Conclusión: Reflexiones Finales Sobre el Derecho de Representación

Al abordar el complejo tema del derecho de representación en el contexto hereditario, se hace evidente la relevancia de entender sus fundamentos y aplicaciones. Este derecho, regulado en el Código Civil, permite a ciertos familiares heredar en representación de aquellos que no pueden hacerlo, garantizando así la continuidad de la herencia. A lo largo de esta discusión, he destacado conceptos clave que valen la pena recordar.

Resumen de los Puntos Clave

El derecho de representación permite que los descendientes, como hijos o nietos, puedan heredar lo que les habría correspondido a su antepasado en caso de que este no pueda hacerlo. Es crucial entender que este derecho no solo aplica en herencias testadas, sino también en aquellas intestadas. Esto significa que la falta de un testamento no impide que el derecho pueda ser ejercido.

Para ilustrar mejor esta noción, consideremos un escenario típico: un padre tiene dos hijos y, lamentablemente, uno de ellos fallece antes que él. En este caso, los nietos del difunto heredarían a partes iguales lo que su padre habría recibido. Este principio no solo aplica a los descendientes, sino que también se extiende a hermanos y sobrinos en ciertas circunstancias. La ley busca asegurar que los vínculos familiares permanezcan intactos, incluso cuando surgen tragedias.

La Importancia de la Planificación Sucesoria

Un aspecto vital que no se puede pasar por alto es la importancia de la planificación sucesoria. La forma en que se dirigen las herencias puede afectar directamente el bienestar familiar. La planificación adecuada no solo ayuda a prevenir conflictos futuros entre herederos, sino que también proporciona una claridad universal sobre quién recibe qué.

Como mediador familiar, he escuchado repetidamente cómo la falta de un testamento o de una planificación adecuada puede hacer que las relaciones familiares se vean comprometidas. El famoso dicho, «Planificar es esencial para evitar guerras familiares», resuena con muchos de los casos que he vivido. Las disputas sobre herencias suelen surgir en tiempos de duelo, lo que puede llevar a rencores duraderos entre los seres queridos.

Cómo Afecta el Derecho de Representación en el Bienestar Familiar

A medida que profundizamos en este aspecto, es esencial considerar las implicaciones del derecho de representación en el bienestar familiar. De hecho, las estadísticas muestran un creciente número de consultas sobre sucesiones en la última década, lo que indica que cada vez más personas están tomando en serio la planificación de sus herencias.

Los testimonios de aquellos que se han beneficiado de este derecho son esclarecedores. Muchos han expresado gratitud al comprobar que, gracias a la representación, sus hijos o nietos pudieron acceder a lo que les correspondía, incluso cuando estaban en situaciones difíciles, como en el caso de un heredero desheredado o fallecido. Este derecho garantiza que los lazos familiares se mantengan, favoreciendo un sentido de continuidad y apoyo entre generaciones.

  • El derecho de representación busca salvaguardar los intereses de las familias al permitir que los descendientes hereden de manera justa.
  • Estimular la educación en planificación sucesoria es fundamental para que las familias eviten conflictos innecesarios.

Reflexiones Personales

Es fascinante cómo el derecho de representación no solo es un tema legal, sino también emocional. El dilema que enfrenta cada familia al momento de planificar herencias es único y profundamente personal. Reflexionando sobre las lecciones aprendidas, me doy cuenta de que la educación sobre estos aspectos puede ser transformadora. Debemos invitar a los lectores a consultar a expertos en derecho de sucesiones y considerar cómo cada decisión puede impactar su familia.

A veces, un sencillo paso como hablar sobre estos temas en familia puede ser un aliviador significativo de tensiones futuras. En mi experiencia, los detalles muchas veces se pierden, como un juego de teléfono donde el mensaje original se convierte en algo completamente diferente. La comunicación clara, acompañada de asesoría profesional, puede marcar una gran diferencia.

El Rendimiento de la Educación en Herencias

Finalmente, recordar que la educación continua sobre el derecho de representación y su relevancia en la planificación sucesoria es un elemento crucial de la vida familiar moderna. Este conocimiento no solo empodera a los individuos, sino que también fomenta relaciones más saludables y solidarias entre los miembros de la familia.

En conclusión, entiendo que una herencia no es solo un conjunto de bienes materiales: es una forma de expresar amor y consideración hacia aquellos que quedan atrás. Mientras reflexionamos sobre ello, invitemos a la acción, ya que la prevención es siempre más efectiva que la cura, especialmente en cuestiones tan delicadas.

«Planificar es esencial para evitar guerras familiares» – Mediador familiar

Elementos Creativos y Sorprendentes

La herencia siempre ha sido un tema de interés, así como un terreno lleno de matices, que puede despertar tanto emociones profundas como dilemas legales. A través de relatos personales y ejemplos hipotéticos, busco explorar el impacto del derecho de representación, un concepto fascinante y a veces complicado dentro del ámbito sucesorio. Desde la perspectiva de alguien que ha observado y reflexionado sobre las dinámicas familiares y las expectativas que surgen al hablar de legados, aquí comparto mis pensamientos.

Historias personales y anécdotas sobre la herencia

Recuerdo un momento en mi vida en el que mi familia se reunió para discutir el legado que dejaría mi abuela. Ella había sido una figura central en nuestras vidas, y su decisión sobre cómo distribuir su patrimonio generó no solo curiosidad, sino también tensiones. En esa reunión, escuché a mi padre y a mis tíos hablar sobre quién debería recibir qué, y pronto me di cuenta de que cada uno de ellos tenía su propia perspectiva sobre lo que constituía ‘justo’ y ‘razonable’.

Una anécdota que resuena en mi mente es la de mi primo Javier, quien un año antes había perdido a su padre en un accidente trágico. La ley del derecho de representación establecía que Javier, al ser descendiente directo, heredaría la parte que le habría correspondido a su padre. Sin embargo, había una disputa sobre si eso era lo que realmente él quería. Mientras que algunos miembros de la familia creían que debía recibir más, otros argumentaban que debía compartir equitativamente con los demás primos. La pregunta que quedó flotando fue: ¿Realmente importa lo que uno quiere cuando se trata de heredar? Esta reflexión personal me llevó a entender que el derecho de representación no solo se trata de fórmulas legales, sino de emociones y relaciones que, en muchos casos, pueden verse tensadas por la codicia o malentendidos familiares.

Ejemplos hipotéticos que desafían la lógica del derecho de representación

Imaginemos una situación diferente. Supongamos que una madre tiene dos hijos, Clara y Pedro. Clara, por desavenencias previas, decide renunciar a su herencia en un testamento. ¿Qué pasa con su parte? Según la ley, Pedro podría heredar directamente la totalidad. Pero, ¿y si Clara tenía un hijo? En este caso, mi juicio sobre la situación me lleva a creer que dicho hijo debería tener derecho a heredar la parte que le corresponde a su madre, incluso ante una renuncia. Aquí es donde las leyes pueden entrar en conflicto con lo que considero correcto desde un punto de vista moral.

En otro escenario, pensemos en la posibilidad de que un heredero directo esté vivo, pero incapacitado. Supongamos que un hombre, con dos hijos, deshereda a uno de ellos por razones válidas, como faltas graves. A medida que medito sobre esto, pienso en cómo sus propios hijos (los nietos del difunto) podrían ser los que realmente tengan la responsabilidad de heredar. Este escenario interroga el propio texto de la ley y nos obliga a replantear el sentido de una herencia.

«Si un árbol cae en un bosque y no hay nadie para oírlo, ¿realmente cae?» – Filosofía aplicada a la herencia

Esta cita, que me intriga, resuena profundamente al considerar cómo las decisiones sobre los legados familiares pueden ser cuestionadas, o incluso ignoradas, en ausencia de la voluntad activa de los involucrados. En un sentido, la herencia se convierte en una conversación en la que todos quieren participar, pero a menudo no tienen voz. La simplicidad de una regla legal choca con la complejidad de la vida real, donde muchas veces las relaciones personales, los sacrificios y las expectativas no están contempladas.

Un enfoque más amplio sobre el legado familiar

A medida que reflexiono sobre el impacto del derecho de representación, comprendí que la herencia es más que un simple proceso de transmisión de bienes. Es un diálogo en el que las voces de aquellos que han partido resuenan a través de sus elecciones – tanto legales como emocionales. En mi propia experiencia, he visto cómo aquellos que heredaron no solo el patrimonio, sino también las historias y los aprendizajes, son quienes realmente llevan adelante el legado familiar.

Además, explorar escenarios alternativos sobre qué sucedería si existiera una ley diferente es un ejercicio útil. Esto me lleva a pensar en la importancia de adaptar las leyes a la realidad social actual. Si solo consideramos las reglas impuestas por el derecho civil, corremos el riesgo de perder la humanidad detrás de los legados. Hago un llamado a todos los que escriben sobre herencia y sucesiones a no olvidar la esencia humana de este proceso; es esencial recordar que detrás de cada decisión legal hay una historia personal.

Conclusión

Reflexionar sobre la herencia, en particular el derecho de representación, me ha llevado a comprender que detrás de cada testamento y cada decisión sobre la distribución de bienes, hay una red de relaciones humanas. Cada historia es única y merece ser contada. Al final del día, todos buscamos un sentido de conexión y justicia al abordar estos temas complicados, y es nuestra responsabilidad cultivar un enfoque compasivo y considerado en las conversaciones sobre legados.

Así que la próxima vez que tú o alguien que conoces se enfrente a decisiones sobre herencias, recuerda el poder de las historias, los desequilibrios de lo que se considera justo y, sobre todo, la valiosa herencia que dejamos en las interacciones que tenemos día a día.

TL;DR: El derecho de representación en la herencia nos enfrenta a dilemas emocionales y legales que van más allá de la simple distribución de bienes. Al reflexionar sobre historias personales y ejemplos hipotéticos, se entiende que las decisiones sobre herencias son conversaciones humanas que requieren sensibilidad y comprensión para manejar las complejidades de las relaciones familiares.

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Me llamo Ángel Seisdedos, soy abogado especialista en herencias y sucesiones, habilitado como contador partidor de herencias, además de ser la persona que dirige este despacho.

Estudié Derecho en la Universidad Isabel I de Castilla, también hice el Máster en Acceso a la Abogacía en la misma facultad.

Tras varios años dirigiendo una asesoría fiscal he ayudado a muchas familias en sus procesos hereditarios.

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