¿Cómo renunciar a una herencia?

Lo más probable es que la primera pregunta que se hagan al leer el título del tema a tratar hoy, sea ¿y es que acaso a alguien se le ocurre o necesita renunciar a una herencia?, y no necesitarás leer más abajo para responderte de una vez que sí. En algunos casos, las herencias suelen atraer inconvenientes o problemas entre los herederos, por lo que prefieren acudir a la renuncia.

Si formas parte de ese porcentaje de personas que necesitan saber cómo renunciar a una herencia, o simplemente deseas saber el por qué renunciar a una herencia, te traigo en esta oportunidad la información que necesitas respecto a esto.

Si bien hemos comprendido que una herencia es un proceso complejo por las circunstancias en las que se realizan (cuando una persona fallece) especialmente cuando el valor de los bienes heredados es alto o cuando existe un grupo variado de herederos. También puede pasar cuando no existe un testamento y las personas con relación al fallecido desean convertirse en herederos, en fin.

La mayoría de las personas que no han sido instruidas sobre este tema, piensan que al recibir una herencia solo se trata de un aumento de bienes muy beneficioso, lo que no entienden es que en la adquisición del patrimonio también se adquiere toda la carga legal y las deudas que lo heredado contenga.  

Repudiar una herencia

Usando el término correcto en materia jurídica, repudiar una herencia se convierte en la mejor manera de eliminar conflictos y dolores en tu vida. Una de las razones principales es cuando la adquisición del bien le genera al heredero más deudas que los beneficios.

Otra razón o porqué, es cuando se desea repudiar por liberalidad, por ejemplo cuando alguno de los herederos prefiere otorgar el  beneficio completo de su parte a algún otro heredero. De igual manera puede solicitarse cuando el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones o el Impuesto Municipal del bien heredad, tiene un valor muy alto.

En los casos de casas en ruina, terrenos abandonados o patrimonios en descuido, que su mejoría o revalorización sale más costosa, la persona también prefiere recurrir a la repudia o renuncia de la herencia.

Sin embargo, en materia jurídica también existe un término denominado “derecho a deliberar” y no es más que el derecho a examinar el estado de la herencia para así tomar una decisión de su aceptación o repudio.

¿Qué hacer para renunciar a una herencia?

La mayoría de las veces la repudia de la herencia se realiza ante un Notario, aunque también puede hacerse por vía judicial. Para explicar cómo renunciar a una herencia debo recordar que la herencia se otorga únicamente al momento del fallecimiento del testador, lo que se traduce en que toda decisión referente a la aceptación o no de ella deberá ser tomada desde que ocurre el hecho lamentable.

Este proceso no es para nada complicado, solo la persona deberá dirigirse a una notaría y realizar la renuncia. Sin embargo debe tomar en cuenta que existen factores que puedan irrumpir el criterio general de las sucesiones a nivel de Derecho en el territorio español, como lo son las variaciones en ciertas Comunidades Autónomas o incluso los Derechos Forales con salvaciones regionales (Cataluña, Navarra, Galicia, Aragón y Euskadi).

Aceptación de la herencia sin constancia del heredero

Entre algunos de las violaciones de los criterios que menciono anteriormente, se encuentra un supuesto de “aceptación tácita de la herencia”, es decir, que a pesar de que el heredero no realice la aceptación de la herencia a través de un proceso formal en notaría, con la realización de actos relacionados con el tema se presume que es el dueño del bien.

Pero esto no es completamente válido porque la persona es la única con potestad de aceptación o en su defecto, rechazo de la herencia, ya que también debe demostrar que se encuentra en el testamento del difunto o pertenece a uno de los niveles de herederos familiares. 

No puede existir una suposición de aceptación porque para poder recibir la herencia, la persona debe presentar pruebas o argumentos como certificado de nacimiento, DNI y además aportar testigos sobre su relación con la persona fallecida.