Testamento Digital

En un mundo donde nuestra segunda vida se desarrolla en el ciberespacio, surge la pregunta: ¿qué sucede con nuestra identidad digital tras nuestro fallecimiento? La respuesta se encuentra en el concepto de «testamento digital», una herramienta legal que permite gestionar nuestra huella digital post mortem.

El testamento digital, reconocido en la Ley de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales, es la declaración donde especificamos qué deseamos que ocurra con nuestra vida digital: cuentas de correo, redes sociales, blogs, contenidos en la nube, y hasta nuestro dinero virtual. Es un testamento para lo que no se toca, pero definitivamente importa.

Para crear un testamento digital, el proceso recomendado es formalizarlo ante un notario, quien certificará nuestras instrucciones sobre el manejo de esta información.

Según el Artículo 663 del Código Civil, el testamento podrá ser ológrafo, abierto o cerrado, dependiendo de las circunstancias y preferencias del testador.

Deberemos designar a una o varias personas, conocidas como albaceas digitales, para que hagan cumplir estas disposiciones. Estos albaceas tendrán la obligación, como cualquier otro albacea testamentario, de cumplir con lo dispuesto en los artículos 902 y siguientes del Código Civil, gestionando el legado digital con la diligencia debida.

Existen dos modalidades de testamento digital: el testamento de emergencia, que facilita el acceso a información crítica como bancos online o correos electrónicos; y el testamento detallado, que abarca desde dispositivos informáticos hasta suscripciones y perfiles en redes sociales.

Si no se ha realizado un testamento digital, la ley permite que personas cercanas al fallecido, como familiares o herederos, puedan gestionar su legado digital, siempre y cuando no exista una prohibición expresa por parte del difunto. La Ley del Impuesto de Sucesiones y Donaciones regula los aspectos fiscales de estos activos digitales como cualquier otro bien del caudal hereditario. Sin embargo, el marco legal se complica cuando las compañías que administran estos servicios tienen sede en otras jurisdicciones, evidenciando la necesidad de una regulación internacional en la materia.

El otorgamiento de este testamento es, por ahora, una práctica sin regulación supranacional, por lo que su validez se encuentra en la esfera de las leyes nacionales. El RGPD y la LOPDGDD protegen los datos personales incluso después de la muerte, otorgando a los herederos la capacidad de gestionar o solicitar la eliminación de dichos datos, conforme a lo establecido en el artículo 3 de la LOPDGDD.

Además de la gestión de las posesiones digitales, el testamento digital también considera la interacción con redes sociales tras el fallecimiento. El artículo 96 de la LOPDGDD establece claramente el derecho de los herederos o representantes a acceder a los contenidos digitales del fallecido, siempre que se respeten las instrucciones explícitas dejadas por este.

Preparar un testamento digital es, por tanto, un paso esencial para asegurar que nuestra presencia en línea se maneje según nuestros deseos, y para facilitar el proceso a nuestros seres queridos en momentos de duelo. Con la creciente importancia de nuestra vida online, el testamento digital se convierte en un elemento crucial de nuestra planificación personal y legado.

Cabe destacar que, según el Código Civil y la legislación fiscal española, los bienes digitales pueden formar parte del activo hereditario y, por tanto, estar sujetos al Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Puntúanos post
Web | + posts

Me llamo Ángel Seisdedos, soy abogado especialista en herencias y sucesiones, habilitado como contador partidor de herencias, además de ser la persona que dirige este despacho.

Estudié Derecho en la Universidad Isabel I de Castilla, también hice el Máster en Acceso a la Abogacía en la misma facultad.

Tras varios años dirigiendo una asesoría fiscal he ayudado a muchas familias en sus procesos hereditarios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *